Técnicas para ser un hombre multiorgásmico
Introducción
El libro “El hombre mutiorgásmico: secretos que todo hombre debería conocer” publicado en 1997 supuso toda una revolución sexual porque explicaba de una manera sencilla algo que la sociedad occidental desconocía o ignoraba a pesar de que médicos como Alfred Kinsey, William Hartman o Marilyn Fithian sí lo habían admitido años atrás: el hombre podía tener varios orgasmos.
El autor del libro era Mantak Chia, terapeuta en medicina alternativa, maestro de taoísmo y creador del Qigong, la práctica de la filosofía taoísta. Nacido en Bangkok, desde pequeño comenzó a estudiar técnicas budistas, taoístas y zen de mano de distintos maestros, entre los que destaca Yi Eng, un eremita miembro de la escuela taoísta Quanzhen que le enseñó un sistema completo de formación taoísta y le autorizó a enseñar y curar. Mantak Chia también estudió anatomía y ciencia médica occidental para comprender los mecanismos fisiológicos que sustentan la medicina oriental.
De esta manera, sus libros explican con claridad las bases de la medicina taoísta despojándolas, en parte, de toda connotación espiritual para que a los occidentales nos resulte más sencillo abrir la mente, desterrar prejuicios y comprender que la mayoría de las afirmaciones de la medicina china tienen una explicación científica.
En su libro El hombre mutiorgásmico, Chia explica con sencillez técnicas de kung-fu sexual (kung-fu significa literalmente «práctica», por tanto kung-fu sexual significa «práctica sexual» ) que se aplicaban en China desde hacía más de 2.000 años, incluyendo datos científicos occidentales para callar a los escépticos. De esta manera, cualquier hombre puede aprender a separar orgasmo de eyaculación, controlar la erección y combatir problemas como la eyaculación precoz.
En diferentes artículos de técnicas os vamos a explicar de manera sencilla qué es el orgasmo masculino, cómo controlarlo y transformarlo en multiorgasmo para que vuestras experiencias sexuales, tanto en solitario como compartidas, lleguen a niveles que ni siquiera habíais soñado.
Coged boli y papel que empezamos.
¿Es posible el multiorgasmo?
Cuando Kinsey declaró en los años 50 que el 14% de las mujeres que había investigado eran multiorgásmicas, la mayoría pensó que era poco menos que un mito; pero lo cierto es que el número de mujeres que consiguen experimentar multiorgasmos se ha triplicado desde que algunas creyeron que podían engrosar las filas de ese 14% y pusieron en práctica técnicas para conseguirlo.
Kinsey observó que más de la mitad de los muchachos preadolescentes podían tener su segundo orgasmo poco después del primero, y que casi un tercio podían tener hasta cinco orgasmos o más, uno detrás de otro. Estos datos le llevaron a afirmar que «se puede alcanzar el clímax sin eyaculación». Aunque no era patrimonio exclusivo de los adolescentes: según Kinsey, los hombres de mas de treinta años también podían lograrlos.
Según el Dr. Herant Katchadourian: «Algunos hombres pueden inhibir la emisión de semen al tiempo que experimentan las contracciones orgásmicas: en otras palabras, tienen orgasmos sin eyacular. Tales orgasmos no parecen estar seguidos por un período refractario (pérdida de erección), lo que permite a estos hombres tener orgasmos múltiples como las mujeres».
Uno de los estudios más serios al respecto es el que llevaron a cabo los investigadores William Hartman y Marylin Fithian quienes hicieron pruebas a treinta y tres hombres que afirmaban ser multiorgásmicos, es decir, capaces de tener dos o más orgasmos sin perder la erección. Para comprobar si era cierto, los científicos registraron su ritmo cardíaco mientras mantenían relaciones sexuales así como las contracciones pélvicas que aparecen con el orgasmo.
En reposo, el ritmo cardíaco masculino tiene una media de unas 70 pulsaciones por minuto; durante el orgasmo el ritmo casi se dobla, elevándose a 120 pulsaciones; y después del orgasmo, el corazón recupera el ritmo inicial. La media de orgasmos de los hombres fue de cuatro, aunque algunos llegaron a tener dieciséis.
Entonces,¿por qué se pierde la capacidad para tenerlos?. Porque la experiencia de la eyaculación es tan intensa que eclipsa la del orgasmo, de manera que el hombre acaba creyendo que son lo mismo. No malinterpretéis esta afirmación: eso no quiere decir, ni por asomo, que el placer de la eyaculación sea superior a la del orgasmo, sobre todo si consideramos que una eyaculación dura cinco segundos y los multiorgasmos prolongarse minutos hasta que sientas que la cabeza te va a estallar.
¿Qué es un orgasmo?
Un orgasmo es algo más que la eyaculación. Según de Smith‘s general urology, el orgasmo incluye «contracciones rítmicas involuntarias del esfínter anal, hiperventilación (aumento del ritmo respiratorio), taquicardia (aumento del ritmo cardíaco) y una elevación de la presión sanguínea».
Por lo tanto, no todo se reduce al pene y al chorro de semen que expulsa a pesar de que ese parece ser el fin que todos los hombres buscan cuando experimentan sexo. Es más, la eyaculación no tiene nada que ver con el placer, como lo demuestran infinidad de estudios médicos. El neurólogo Robert J. Heath de la Universidad Tulane descubrió que la estimulación mediante electrodos de ciertas zonas cerebrales produce un placer sexual similar al producido por la estimulación física. La eyaculación es, sin embargo, un simple reflejo que da como resultado la expulsión del semen.
Para entender un poco mejor la afirmación de eyaculación no es igual a orgasmo hablaremos de manera sucinta sobre la formación del semen y la eyaculación. Todos sabemos que el esperma se produce en los testículos. El conducto deferente va desde éstos hasta la glándula prostática. El esperma se traslada por este conducto hasta su extremo superior, donde se mezcla con las secreciones de las vesículas seminales y de la próstata inmediatamente antes de que se produzca la eyaculación. Las secreciones de la próstata constituyen aproximadamente un tercio del volumen del líquido eyaculado, mientras que el esperma es sólo una pequeña parte del fluido.
El semen es expulsado en dos tiempos. En la fase contráctil, la próstata se contrae y vacía el semen en la uretra. En la fase de expulsión, el semen es propulsado por la uretra fuera del pene.
Lo que se consigue con las técnicas que explicaremos es experimentar el placer que producen las contracciones pélvicas de la primera fase sin llegar a la segunda, es decir, sin eyacular.
Orgasmo en la fase contráctil
Es en esta fase en la que el hombre deberá aprender a controlar su excitación ya que a partir de aquí los caminos se bifurcan: uno lleva a la eyaculación, el otro al multiorgasmo.
En lugar de continuar hasta el punto de No Retorno, después del cual la eyaculación es inevitable, el hombre deberá detenerse o disminuir la estimulación lo suficiente como para recuperar el control de la excitación y poder experimentar los orgasmos de la fase contráctil que son contracciones en la próstata muy placenteras que duran entre tres y cinco segundos. Los primeros son muy suaves, menos intensos que los orgasmos eyaculatorios, pero los siguientes irán aumentando su intensidad.
Es sencillo de entender si lo visualizas como un gráfico. El orgasmo eyaculatorio es una línea que sube hasta el estallido y luego desciende abruptamente. Pasará un tiempo hasta que el hombre se recupere y vuelva a estar en condiciones de excitarse. Los multiorgasmos son olas. El orgasmo de la fase contráctil llega a un tope pero no desciende abruptamente, sino que describe otra suave curva ascendente hasta la llegada de otro que describirá otra suave curva ascendente. De ahí que cada nuevo orgasmo sea más intenso que el anterior.
Hartman y Fithian distinguieron entre dos tipos de orgasmos diferentes: los orgasmos múltiples discontinuos (separados) y orgasmos múltiples continuos. Tras un orgasmo discontinuo, el ritmo cardíaco volvía a normalizarse (unas setenta pulsaciones por minuto). En los orgasmos múltiples continuos el ritmo cardíaco alcanzaba una serie de cumbres sin volver entre medias al punto de partida. Son cumbres placenteras que no acaban a diferencia del habitual orgasmo eyaculatorio de seis segundos.
Qué es un multiorgasmo con todo el cuerpo
A pesar de que este tipo de orgasmo sea mucho más placentero que el otro, el objetivo final del tao y de las técnicas que enseñaremos es aprender a canalizar ese placer genital para acabar experimentándolo con todo el cuerpo. Es decir, en vez de dejar que ese placer, esa energía, se quede en la pelvis, aprender a elevarla por la columna hasta el cerebro y extenderla por todo el cuerpo.
Hablamos de energía, placer, sensación, no semen como llegué a leer en la crítica de un detractor de que afirmaba que el doctor Chia hablaba de subir el semen al cerebro.
No es fácil describir un multiorgasmo, cada persona lo experimenta y siente de una manera aunque hay una serie de características comunes. Todos los que han experimentado coinciden en que es una experiencia muy intensa que se vive con todo el cuerpo, no sólo con los genitales, sino que asciende en oleadas eléctricas hasta el cerebro y la mente se expande sintiendo sólo placer.
Un paciente de Mantak Chia describió así su primera experiencia «Estábamos haciendo el amor y pensé que estaba a punto de irme, por lo que comencé a practicar los ejercicios de respiración profunda. Entretanto, tuve la sensación de que mi cabeza estaba electrificada, sentía un hormigueo; era como si hubiera chispitas dentro de mí, cositas hormigueantes que me subieran y bajaran por el cuello. Empezaron a dar vueltas a toda prisa dentro de mi cabeza. Pensé que me iba a marear: ¡me sentía tan bien! Y entonces pensé: “¡Si esto continúa, voy a despegar!”. Duró al menos un minuto, aunque es difícil saber cuánto duran las cosas en la cama. Fue un largo orgasmo. Sencillamente sentía sensaciones de hormigueo, hormigueo y más hormigueo. La sensación se iba y después regresaba. Mi cuerpo vibraba como si fuera una campana».
Otro lo describió diciendo que «La sensación del orgasmo en todo el cuerpo es más sutil, completa y satisfactoria. Este proceso no produce la sensación de una breve explosión sino de una larga y lenta implosión. Al terminar no me siento vacío, lo que se puede entender fácilmente porque una explosión implica que algo salga de tu cuerpo, pero en una implosión todo se queda en ti. La sensación resultante es una profunda satisfacción a nivel físico, emocional y espiritual, que a veces dura horas y a veces días enteros».
¿Quieres aprender a experimentarlos?.¿Sí?.
En el próximo artículo de técnicas te explicamos cómo lograrlo.
“Desert Rose” – Sting
9 comentarios
Excelente documental,y muy buena información
La técnica?
Donde la veo?
ME GUSTARIA SABER LAS TECNICAS MAS COMUNES PARA LO GRAR COMO ENER COITO CON LA ESPOSA SIN EYACULAR. LO ES QUE AL NO AYACULAR, ME GUSTARIA SABER, SI EN ALGUN MOMENTO EL CUERPO LO EXPULSA O EL CUERO ASORBE EL EPEERMATOZOIDE.
Hay que ponerse las pilas y currarselo un poco más. Si esto es cierto …que felicidadddddd
¡Increíble! Es genial.
Rápidamente le paso esta técnica a mi novio para que se ponga la pila y lo experimente, para disfrutar a tope !!!
Si son capaces de llegar a sentir lo mismo que una tía multiorgásmica, yo no me lo pensaría y como poco lo intentaría.
Que cojonudo. ¿Esto es cierto?. No lo habia oido nunca
Joder. Esto les puede cambiar la vida a los tíos. que se espabilen …. les conviene y mucho. Que interesante