
Un orgasmo es la unión de muchos factores: el muscular (contracciones), el hormonal (la eyaculación), el psíquico (el placer), el afectivo (complicidad y amor con el amante) y el energético (la energía vital).
Sin embargo, la mayoría de las veces tanto si es un orgasmo clitoridiano como si es vaginal, se le reduce a algo puramente físico. Los manuales afirman que si tocas ahí, allí, en el otro lado, de este modo y con esta intensidad, el orgasmo de la mujer está asegurado.
Es un error. La mente y las emociones juegan un papel esencial en el placer. Puede ocurrir que una mujer tenga un orgasmo físico pero se sienta fría, con un estremecimiento apenas, como si hubiera saciado una necesidad biológica secundaria. En otras ocasiones, por mucho que el amante se empeñe en tocar todas las teclas, ella no sentirá nada más que un placer tibio o un deseo inconfesable de que la dejen en paz.
Barry Komisaruk, especialista en psicobiología, demostró algo que las mujeres sabíamos pero no confesábamos: podemos tener un orgasmo sin estimulación física, sólo fantaseando. El cerebro es un órgano sexual muy poderoso en las mujeres, no hay que subestimarlo. Los hombres tienen mayor facilidad para dejarse arrastrar por el deseo una vez desencadenado (lo que no quita que el cerebro pueda jugarles malas pasadas, de hecho ocurre bastante a menudo), sin embargo a las mujeres nos ocurre justamente lo contrario. En la mente se cuelan las preocupaciones, las tareas, la discusión del día anterior, el miedo, la vergüenza… y eso dificulta la satisfacción sexual.
Es necesario responsabilizarse del propio placer, aprender a controlar la mente impidiendo que nos domine, abandonarnos al placer del encuentro y conocer las necesidades de nuestro cuerpo y nuestro espíritu para satisfacerlas.
Es preciso también decirle al otro lo que deseamos, para evitar los obstáculos externos que dificultan el orgasmo ya sean físicos (ritmo, postura, fuerza en la penetración, etc) como emocionales (frialdad, egoísmo, rudeza, insensibilidad). Hay que hablar señalando las piedras del camino; el otro puede ser intuitivo, pero no adivino; si callamos, corremos el riesgo de tropezar quince veces con la misma piedra.
El placer vaginal
Hay un gran desconocimiento sobre el placer femenino y mucho prejuicio. Según un estudio llevado a cabo en Reino Unido, una de cada cuatro mujeres siempre consigue el orgasmo con la penetración; una de cada dos, generalmente; una de cada ocho, rara vez; una de cada veinte, nunca.
Los tópicos machistas protegían la inexperiencia con dos argumentos: uno, hay muchas mujeres frígidas; dos, las mujeres son menos orgásmicas que el hombre.
Afortunadamente cada vez más profesionales se embarcan en el estudio del placer femenino con asombrosos resultados. El interior de la vagina está lleno de puntos erógenos que llevarán a una mujer a intensos orgasmos sin necesidad de estimular su clítoris.
Ya hemos hablado del Punto G, por lo que no ahondaré en él. Me interesa señalar otros puntos menos conocidos pero no por ello menos satisfactorios. Mencionaré brevemente otros dos puntos de los que hablé en otro artículo y que se encuentran a la entrada de la vagina; si se toma el clítoris como referencia imaginando que está a las doce en un reloj, los puntos se encuentran: uno, entre las diez y las once; el otro, entre la una y las dos. Su piel es semidura y el placer al estimularlos muy intenso.
La pared vaginal cercana al ano es sensible también en muchas mujeres y puede llevarlas al orgasmo si se estimulan los puntos vaginales a la vez que los anales.
Muchos sexólogos afirman que el placer vaginal se reduce al Punto G y la entrada de la vagina: es MENTIRA.
El fondo de la vagina es extremadamente sensible, en él está localizado el punto K, por ello la mujer siente un intenso placer cuando es penetrada totalmente con fuertes embestidas que pueden llevarla al orgasmo. Lo mismo ocurre con el cuello del útero, aunque es una zona extremadamente delicada y se puede lastimar a la mujer, por lo que hay que estimularlo con cuidado.
El Punto A: Descubierto por un médico de Kuala Lumpur (Dios bendiga a los malayos) a mediados de los 90 del siglo XX. Es una zona de tejido muy sensible que está entre el cuello de la matriz y la vejiga, por lo que ha recibido el sobrenombre de “próstata degenerada femenina”. Es el equivalente a la próstata masculina como el clítoris lo es al pene.
Su estimulación puede producir violentas contracciones orgásmicas (se considera que es el detonante de la eyaculación femenina) y cuenta con una exquisita ventaja frente al clítoris: no sufre hipersensibilidad postorgásmica. Se venden vibradores especiales EFA, largos y curvados hacia arriba en el extremo para estimular esta zona localizada justo sobre el cuello de la matriz, en el punto más interno de la vagina, a unos 7.5 centímetros de la entrada.
El Punto U: Es una pequeña zona de tejido eréctil sensible que se encuentra justo encima y a cada uno de los lados de la abertura uretral. Descubierto recientemente por médicos norteamericanos, aún no hay muchos estudios al respecto pero se sabe que si se estimula con el dedo, la lengua o la punta del pene la excitación es interna y repentina, aunque no conduce al orgasmo por sí solo.
El Orgasmo Vaginal
Voy a centrarme exclusivamente en el orgasmo obviando las fases previas de deseo y excitación sobre las que hablo en otro artículo. El orgasmo es, según el DRAE: “ La culminación del placer sexual” o bien “La exaltación de la vitalidad de un órgano”.
Con una definición tan parca no es de extrañar que muchas mujeres no sepan si están teniendo realmente una “exaltación de la vitalidad de la vagina” o simplemente (que no es poco, de todos modos) un placer sexual intenso. Para poder identificarlo con toda claridad, expondré de manera minuciosa las fases de que consta este tipo de orgasmo.
Fase Desencadenante
Tras una experiencia sexual satisfactoria la mujer comienza a sentir lo que la escritora Régine Dumay denomina “Sensación desencadenante”; se produce en un punto concreto de la vagina (no tiene que ser el mismo, como veremos luego) y el placer se caracteriza por aumentar como una espiral, vibrando con resonancias; la mujer siente que no quiere cambiar de postura, que desea continuar estimulando ese punto en concreto, focalizar todos sus sentido en él, aumentar el ritmo ya que intuye que detrás del placer que siente hay uno mayor.
Llegados a esta situación, si la mujer es experimentada y ha identificado la fase, puede decidir variar la postura porque no quiere llegar al orgasmo o continuar con ella para conseguirlo. Si decide continuar es muy importante que la pareja se acople a la perfección a los movimientos de ella y no cambie la postura ya que el punto puede perderse aunque se sienta el placer en una zona más o menos amplia.
Lo mejor en estos casos es que la mujer le diga al hombre lo que quiere (“No te muevas”; “Sigue justo ahí”) pero si es de las silenciosas, un modo de saberlo es con el lenguaje corporal: ella te aprieta con más fuerza como si quisiera inmovilizarte en ese lado pero a la vez incrementa el movimiento como si estuviera pidiendo que pulsaras más fuerte un único botón. Hazlo, no cambies de postura ni un centímetro porque si lo pierde no siempre es fácil volver a él.
El placer aumenta y la mujer llega a una fase que algunos especialistas denominan meseta en la que la respiración se entrecorta, el corazón se acelera, se siente una fuerte energía en la cabeza (en puntos como los meridianos energéticos) y siente que no puede más.
El clítoris puede estar extremadamente sensible y retraerse; los pezones también están extremadamente sensibles pero, en su caso, se hinchan y lamerlos o apretarlos puede ayudar a que el orgasmo sea aún más intenso. La vulva se hincha y, a veces, el torso se cubre por lo que se denomina “rubor sexual”, unas manchitas rojizas producidas por el aumento del riego sanguíneo bajo la piel y por el que no hay que preocuparse.
Toda la mente de la mujer está centrada en esa zona, puede cerrar los ojos para concentrarse aún más o puede abrirlos y concentrarse en la cara excitada del hombre para aumentar su propia excitación. Está acercándose al punto de no retorno.
Ascenso y Punto de no retorno
Ella está centrada en la sensación, focalizada en ese punto y a veces siente convulsiones involuntarias en las piernas, vientre o torso. Es esencial que se mantenga el ritmo, la intensidad de la penetración y la postura. Ese ritmo y no otro ha contribuido a que ella llegue a este punto de no retorno; variarlo (salvo que el hombre sea un amante experimentado y sepa que una leve variación la empujará a un orgasmo más fuerte) puede hacer que se pierda; a veces puede llegarse a él de nuevo pero otras, al estar tan excitada y perder el punto concreto, puede producirse una frustración y un descenso fuerte de la libido, lo que impediría el orgasmo por mucho que él se empeñe en provocarlo.
La fuerza y la postura también deben mantenerse iguales, por ello es positivo que la mujer agarre con fuerza el cuerpo del hombre y le guíe para que el acoplamiento sea perfecto.
La mujer debe concentrarse más que nunca en la sensación, centrar sus sentidos en esa zona de intenso placer, contraer los músculos vaginales para favorecerlo y aumentarlo aunque las contracciones de su cuerpo puedan hacerla sentir que va a reventar con un infarto.
Poco a poco se llega a lo que se denomina la fase de ascenso previa al punto de no retorno, favorecido por penetraciones profundas (lentas o rápidas, según el ritmo que determine ella) pero siempre profundas y fuertes (embestidas) ya que son las que propician el orgasmo vaginal.
Si se empuja de la manera correcta, al cabo de cinco o seis embestidas la mujer llega por fin al punto de no retorno. Se denomina así porque la mujer se correrá como mucho en cinco segundos; puede hacerlo sola o pedirle a su pareja que termine con ella lo que puede ser no sólo (evidentemente) satisfactorio para él sino terriblemente placentero para ella ya que las contracciones del pene durante el orgasmo así como la expulsión del esperma intensificarán el orgasmo de ella.
Sea de una u otra manera, es esencial que no se modifique ni el ritmo, ni la postura ni la intensidad, porque si se varía y ella no alcanza el orgasmo, estará tan sensible que luego será difícil que lo alcance (sobre todo si por el tipo de postura el clítoris está sobreestimulado).
Orgasmo
La mujer siente, literalmente, una explosión de placer. A veces la liberación de energía es tan fuerte que la mujer se marea o incluso siente un fuerte dolor de cabeza, como si un dique se abriera de repente y saliera la energía bloqueada a borbotones. Esta liberación de energía puede desbloquear lo que los orientales denominan chakra del corazón, lo que provocará que ella ría o llore liberada. Su cuerpo se convulsiona lo que favorecerá el orgasmo de él intensificado por éstas y por las contracciones internas de la vagina.
Poco a poco llega la calma, la mente se relaja, la respiración va acompasándose, el cuerpo experimenta una sensación intensa de paz por la liberación de endorfinas, oxitocina y dopamina, hormonas de felicidad.
Aunque haya sido un orgasmo vaginal, el clítoris estará sobreestimulado y tocarlo puede resultar molesto e incluso doloroso; sin embargo, será muy placentero (e íntimo) acariciar suavemente toda la piel, besar con delicadeza y abrazar sintiendo el calor de los cuerpos. Eso puede, al cabo de un tiempo, excitar otra vez a los amantes.
Será cuestión de comenzar de nuevo.
“All Around the World” – Lisa Stansfield & Barry White
29 comentarios
Hola,
me resulta muy difícil, yo diría casi que imposible conseguir el orgasmo durante las relaciones sexuales, cuando me estimulo a solas el clítoris (únicamente) entonces logro conseguirlo.
Me gusta, me encanta el sexo pero me resulta muy frustrante no conseguir ese tan anhelado orgasmo, el punto G para mi es impalpable, no se si inexistente… el hecho es que no logro dar con él, ahora mucho menos hablar del que llamas punto K o punto U o cualquiera que quiera buscar 🙁
Me encantaría poder llegar a tener relaciones sexuales plenamente satisfactorias, como debe ser!!.. no se donde debo ir, a quien debo consultarlo y dado que sigo tus publicaciones con bastante frecuencia me he decidido a pedir tu consejo. Ojalá puedas ayudarme.
Gracias! 🙂
Saludos. Paula.
Hola Paula:
En primer lugar, muchas gracias por seguirnos y leernos. Nosotros recopilamos información de publicaciones muy especializadas y las publicamos en forma de reportajes. Lo que cuentas es muy normal, piensa que cada persona es un mundo. Nuestro principal consejo es que no te angusties, que practiques mucho, que pruebes de muchas formas, que sigas los pasos, que tengas paciencia y sobre todo que disfrutes del camino haciendolo, que es lo principal. Recuerda que para encontrar el punto G es imprescindible que estés muy excitada.
Si aún así no lo consigues (ten en cuenta que influyen muchos factores), nuestro siguiente consejo sería la ayuda de un/a profesional, ya sea sexóloga o coaching sexual, que tanto personalmente, como por teléfono y también online, una vez estudiado lo que le cuentes, seguro que te ayudará correctamente en los pasos a seguir.
No es fácil, pero una vez los encuentras … a disfrutar para siempre. Pero repito, sobre todo centrate en disfrutar del camino, que sin duda es lo más importante.
Respecto al orgasmo vaginal durante la penetración, piensa que no lo consiguen un 70% de las mujeres. Los consejos son los mismos. Paciencia, concentración, técnicas, posturas más adecuadas y como siempre….disfrutar del camino.
Esperamos que lo consigas, y nos alegra que quieras conseguirlo, que es lo principal.
Gracias y saludos desde Sexológicos
Por cierto Paula, un par de detalles añadidos. Entiendo que tu problema es que no tienes orgasmos durante la penetración. Pidele a tu pareja que te estimule el clitoris durante la penetración y seguro que lo consigues, además de ser muy placentero.
Por otro lado, decirte que estamos preparando un foro para la web. Será muy importante, porque encontrarás mucha gente con tus dudas que finalmente consiguieron soluciones y estaran encantados de ayudarte. En cuanto lo tengamos preparado lo avisaremos en portada.
Y por último y respecto al tema del Punto G, decirte que tenemos publicado un reportaje específico sobre el tema y lo puedes encontrar en el siguiente enlace : http://www.sexologicos.com/el-punto-g-un-puntazo/
Espero haberte ayudado.
No pues noté sientas culpable el detalle es que tu pareja sepa aser loke tiene ke aser practicandolo aveses es muy difícil si tu eres muy cadente ytu no me ha pasado asike tiene ke aver complicidad y romper con los tabus y experimentar loke deseas
Hola Paula me puedes contactar albamontes15@hotmail.com.
Gracias
Fabulosa técnica la propuesta hoy, necesaria para conocerse y disfrutar como mujer.
Investigar, buscar el abecedario en la vagina y proporcionar placer a tu chica es igual a disfrute total para los dos
Creo que es dificil conseguirlo si no es con el clitoris. Seguiremos intentando
[…] un artículo extenso a hablar sobre el orgasmo vaginal, así que en éste sólo añadiremos algunas técnicas para que la mujer consiga llegar al clímax […]