La boca. Con la boca hablamos, realizamos muecas, comemos… la boca es una parte importante de nuestro cuerpo y también una zona sensible. Un suave roce, un beso que apenas se apoye en los labios puede causar un escalofrío que nos recorra enteros.
En el terreno íntimo la boca sirve para besar, pero no es el único uso que se le puede dar, ni siquiera si lo tomamos en su sentido más amplio y aceptamos sexo oral como beso. Veamos algunas de las cosas que puedes hacer con tu boca a poco que te pongas algo juguetón e imaginativo.
Besar
Todo un clásico pero no por ello menos deseable y sensual. Besar es una de las actividades más gratificantes y bonitas que podemos realizar con los labios. Besos en la boca profundos, con lengua, excitantes o besos suaves repartidos por todo el cuerpo.
El cuento es besar y disfrutar del placer que podemos obtener de nuestros labios.
Los besos pueden ser románticos, cariñosos, amistosos y también muy eróticos dependiendo de la intención y la forma en la que se den. Pocas cosas pueden tener tantos matices, llegando a constituir un lenguaje en sí mismos.
Por eso es tan triste que se limiten a los preliminares, con unos besos clásicos y sin ir más allá y explorar todas las posibilidades que el beso ofrece: desde un apasionado beso, un juego con lenguas sin usar los labios, un beso largo y tremendamente íntimo en el sexo de la pareja o incluso un beso en el que se compartan fluidos y sabores íntimos.
Además, los besos son una de las pocas prácticas sexuales que se pueden realizar en público sin estar mal vistos. Evidentemente, en los labios y sin acompañarlos con demasiados juegos manuales.
Por eso hay que aprovechar las ocasiones que la vida nos presenta para besar, saborear a la pareja y quizás calentarla durante una salida para que al llegar a casa ambos estéis deseando ir más allá.
Lamer
Una lengua juguetona es un arma que puede dejar fuera de combate al cómplice más frío. Bien aplicada en los lugares indicados puede hacer que escalofríos de placer recorran toda la espina dorsal de la otra persona.
Recorrer la espalda de arriba abajo, jugar con los labios o pequeños lametones combinados con besos en puntos erógenos son un estimulante que pocas veces falla y que casi siempre son el mejor comienzo para un rato divertido en la mejor intimidad.
Lamer el pene o la vagina de la otra persona es también un buen anticipo para una sesión de sexo oral, aunque para mucha gente es incluso la base o lo único en lo que se basan. Un juego divertido es lamer a la otra persona, haciendo que se excite más y más.
La mayoría no llegarán a correrse tan solo con esto, por lo que pedirán otro tipo de juegos o querrán follar. Hacer que aguanten un poquito más, con ese dulce sufrimiento que tan divertido puede ser en la cama por la recompensa que sabemos que trae, hará que la explosión final sea mucho más intensa y duradera.
Succionar
Somos mamíferos y de vez en cuando los genes nos traicionan. Nos encanta succionar y también sentir como unos labios nos chupetean enteros.
Los pezones son una zona erógena muy sensible a este tipo de juegos, aunque hay que tener cuidado ya que algunas mujeres son muy sensibles.
Los chupones en el cuello no son una marca de posesión sin más. Hay personas a las que les excita tremendamente chupar el cuello de su pareja o que se lo hagan. Además, se puede hacer con diferentes niveles de intensidad y no es necesario romper capilares y dejar una marca delatora.
Hay que tener especial cuidado con esto cuando nuestra pareja sexual no es nuestra pareja sentimental y una marca puede ser algo difícil de explicar o puede suponer un problema con terceras personas.
Las succiones más suaves son una de las claves del sexo oral, aunque en este terreno lo bueno es combinar todas las técnicas posibles con la boca para aumentar el placer.
Morder
Y si somos mamíferos también es cierto que somos carnívoros y nos encanta devorar a nuestra pareja aplicando los dientes con más o menos intensidad. Algunas personas disfrutan mordiendo o siendo mordidas incluso con fuerza, dejando marcados los dientes en las zonas más carnosas del cuerpo. De nuevo con cuidado de que las marcas no sean inoportunas.
Pero sin llegar a esos extremos, a todos nos gusta dar mordisquitos cariñosos, mejor si es en las nalgas o en las tetas, pero que también se pueden administrar en zonas muy sensibles si se hace con la delicadeza necesaria.
Mordisquear el lóbulo de la oreja puede ser un punto muy erógeno para algunas personas que sienten algo muy especial cuándo unos dientes aprietan suavemente en esa zona.
Sutiles mordisquitos en los labios de la vagina o en el glande pueden ser muy estimulantes. Hay mujeres a las que incluso les gusta que les muerdan en el clítoris con suavidad.
Lo importante es no lanzarse cual vampiro a la yugular e ir observando las reacciones de la pareja. Lo que en frío puede ser muy desagradable, puede ser tolerado e incluso excitante cuándo el calor sube la temperatura.
Hablar
La boca también sirve para hablar y la palabra es un arma muy poderosa en el sexo. Decir al oído de la pareja lo que vamos a hacer antes de hacerlo puede ayudar a que juguemos con la anticipación y toda la excitación que esto supone.
Muchas personas se excitan utilizando un lenguaje soez en la cama. Llamar a su chica guarra o puta y que ella le responda de una manera similar, diciéndole que es un cabrón puede hacer que algunas personas se pongan muy a tono.
Pero no hay que olvidar el respeto a la pareja y antes de soltar un rosario de guarradas o insultos debemos de asegurarnos de que para la otra persona es tan excitante como para nosotros, si no queremos vernos con una bofetada y sin pareja.
«Sabor de amor» – Danza Invisible
5 comentarios
buenas tardes, muy interesante sus articulos, son de mucha ayuda. Gracias
[…] Fuente: Sexológicos […]
madre mia, si las bocas hablasen de lo que hacen mas de uno se escandalizaba
Que hay mejor que comerse a besos a otra persona ? es el detonante de lo que luego sucederá…..
Me encanta esta técnica, hay que ver la cantidad de opciones que nos da la boca para explorar !!