
El bonobo es una de las dos especies que componen el género de los chimpancés; la otra especie es el chimpancé común. A pesar de pertenecer al mismo género, son más inteligentes, quizá por ello cuando se encuentran con otros grupos, en vez de pelear, suelen establecer relaciones amistosas y resolver los conflictos con sexo. Sí, sí: con SEXO.
Son los únicos primates (aparte de los humanos, con los que comparten el 98% del ADN) que tienen sexo cara a cara, besos con lengua, sexo oral y frotamientos genitales.
Estos comportamientos se dan tanto fuera de la familia como dentro, sin respetar edades, con la única excepción de las madres con sus hijos. A pesar de disfrutar de tanta actividad sexual, su tasa de reproducción es similar a la del chimpancé común: dan a luz crías cada cinco o seis años, las alimentan durante cinco y mantienen el vínculo toda la vida; aunque las hembras jóvenes suelen migrar a otros grupos, por lo que el fondo genético se mantiene sano.
Los machos practican muchos tipos de frotamiento sexual entre ellos: frotan sus penes cara a cara colgados en un árbol o en el suelo, y sus escrotos y culos, especialmente como modo de reconciliarse después de un conflicto.
La sociedad es matriarcal y las hembras frotan sus sexos como un modo de establecer relaciones sociales entre ellas, fortalecer el vínculo y mantener la estructura social. Los machos son más fuertes físicamente pero como ellas se mantienen unidas en los enfrentamientos, a diferencia de ellos que no establecen los mismo vínculos, no pueden vencerlas.
Humanos inhumanos
Frans de Waal, uno de los más importantes primatólogos a nivel mundial, afirma que son capaces de mostrar altruismo, compasión, empatía, amabilidad, paciencia y sensibilidad. Y consuelo a la víctima de una agresión: abrazan, acarician, rascan, se sientan a su lado con el brazo por encima, tanto para protegerla como para confortarla.
Y nunca matan a las crías, algo que sí hacen los chimpancés y el ser humano. Han aprendido a comunicarse con éste: en el Great Ape Trust, un centro donde acogen a bonobos, han enseñado a dos de ellos 500 palabras de un idioma con el que se pueden comunicar con nosotros gracias a un teclado especial.
Desgraciadamente, el ser humano no escucha puesto que se encuentran en peligro de extinción por su culpa. Los bonobos viven al sur del Río Congo y al norte del Río Kasai, en las selvas húmedas de la República Democrática del Congo en África central. El país lleva años en guerra civil y los milicianos los cazan para comer, incluso en la zona “protegida” del Parque Nacional de Salonga. Si están cometiendo un feminicidio tal y como denuncia el documental de Ouka Leele «Un banquete cruel. Pour Quoi?» con Caddy Adzuba, cómo van a respetar a los monos.
Franz de Waal, Richard Wrangham y Dale Peterson afirman «Tanto el chimpancé común como el bonobo evolucionaron del mismo ancestro que dio lugar a los humanos, y sin embargo es de las especies más pacíficas y no agresivas de mamíferos que hoy día viven en la tierra. Han desarrollado vías para reducir la violencia que permean toda su sociedad. Nos muestran que la danza evolutiva de la violencia no es inexorable»
Ojalá no lo sea.