Mírala a…las tetas (la Naturaleza lo ordena)
Que levante la mano el hombre heterosexual y sano que no se haya dado cuenta que se le caía la mirada de los dos ojos de su interlocutora a otra parte de su anatomía que también viene en parejas. Pues bien, los científicos han explicado por qué dos tetas no sólo tiran más que dos carretas sino que atraen más miradas que la Torre Eiffel.
Entre otros, el literato Brian Alexander o Larry Young, neurocientífico, explican que esto sucede debido a ciertos mecanismos cerebrales que facilitan la unión entre la madre y el bebé. Concretamente, este mecanismo lo desencadena la libración de la oxitocina, una hormona relacionada con ciertos patrones sexuales y que se conoce comúnmente como la “molécula del amor”.
Claro que eso de “molécula del amor” suena a excusa complicada. Vamos a ver: ¿por qué nos quedamos mirando embobados a un buen par de tetas? (había que decirlo clarito, que luego vienen los malentendidos). Pues, por salud.
Perder la cabeza por un par de tetas es muy sano
Si atendemos a los resultados de un estudio de la Universidad de Frankfurt (Alemania) los hombres con una mayor fijación por lo pechos femeninos pueden presumir de una mayor salud cardiaca. Por no decir que su esperanza de vida es de cinco años más que la de aquellos cuyos ojos no bajan de la altura de los hombros. Si atendemos a las estadísticas, es el equivalente a hacer aeróbic todos los días. Aunque, por desgracia, lo uno no sustituye a lo otro.
Pero, ¿y ellas? Al fin y al cabo, son las portadoras, más o menos orgullosas, de ese curvado objeto del deseo… Y resulta que, atendiendo a un estudio de la Universidad de Rutgers (EEUU), una mujer que se autoestimula los pezones pone en marcha zonas del cerebro relacionadas con el sexo. Eso explica por qué determinadas mujeres pueden llegar al orgasmo con sólo estimularse los pezones.
Tócale los pezones
Sin abandonar los estudios universitarios, son varios los que afirman que seis de cada diez mujeres le piden a sus parejas que les acaricien los pezones como parte de los juegos antes y durante el sexo.
Por cierto, la ciencia ha respondido (por fin) a la gran pregunta: efectivamente, los pechos más pequeños son los más sensibles, puesto que tienen, en proporción, más glándula y menos grasa. Esto lleva a que las mujeres con una talla menor disfruten más del sexo. Aunque tanto unas como otras aseguran que, si bien es una parte importante, no quieren que sus parejas descuiden otras zonas también placenteras.
Nadie dijo que fuera sencillo, chicos…
7 comentarios
En la variedad está el gusto al final lo importante es que logran su objetivo seducir y dar y recibir placer
Claro, claro . A mi me la miran y me gusta. No me ofendo por ello.
INTERESANTE EL ARTICULO PERO CABE ACLARAR QUE EL TAMAÑO NO INFLUYE DEL TODO YA QUE SI TENEMOS A NUESTRO LADO A UN AMANTE QUE LOS SABE AMAR, ACARICIAR Y MIMAR UFFF EL RESTO ES TAREA FACIL
Al fin una excusa!! Salvados!
Aunque lo del corazón… no se yo, que algunas están de infarto!
XD
El que este libre de pecado que tire la primera piedra, y es que aunque los ojos de la chica están mas arriba se te va la mirada sola, la naturaleza manda ya lo dice la noticia, así me sentiré menos culpable y por lo visto mas sano.
Ya sabemos de donde viene el dicho» Dos tetas tiran mas que dos carretas «y sin atender a estudios universitarios,
Por esa regla de tres, mirémosle la poya a todos los tíos, seguro que también les mola y nosotras vivimos más años… No os cortéis chicas!