
Venus O’Hara es una mujer polifacética que se reinventa constantemente. Modelo fetish, actriz de publicidad, guionista de cortos, sex teacher, probadora de juguetes eróticos, sex blogger… Autora de Deséame como si me odiaras (Ilus Books), Inglés para pervertidos (Grijalbo) y La máscara de Venus (Planeta), también ha colaborado como columnista en medios como El País, Primera Línea, GQ, Playboy e Interviu.
Venus O’Hara
venusohara.org/es/
Sexológicos
Cómo se pasa de trabajar en el departamento de exportación de una imprenta a ser la bloguera de sexualidad más reconocida de la actualidad.
Cuando estaba trabajando para la imprenta empecé a buscar clientes BDSM y fetichistas en Londres para imprimir libros de arte erótico, fetichismo, de alta calidad, en tapa dura. Estos libros me inspiraron para empezar a hacer modelos fetish yo misma. Empecé a colaborar con uno de mis clientes y me encantó la experiencia, era todo muy natural, sin photoshop. Muy artístico. Tengo una vena artística desde la infancia, la había abandonado y esto me hizo revivirla. Cada vez hacía más fotos y empecé a escribir un blog de fetichismo para describirlas. Después de eso libro, primera colaboración en una revista española… Todo ha sido muy gradual, me ha permitido acostumbrarme a que la gente vea mis fotos. Hace muchos años cuando tenía 300 visitas decía, «oh, my God, 300 personas me han visto el culo». Hoy en día si fueran solo 300 diría «oh, solo 300, esto es un desastre».
Me gusta que haya sido gradual. Hay muchas personas a las que les viene la fama de un día para otro. No es mi caso, han sido siete años de mucho trabajo.
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Supongo que eso te ha permitido crearte una imagen sólida. Venus, por la diosa renacentista y O’Hara por tu ascendencia irlandesa. ¿Es un personaje?¿Cuánto hay de ti en él?
Venus O´Hara
Es una extensión de mí. Es muy auténtico todo lo que hago. Soy géminis, me gusta hacer muchas cosas diferentes. No me gusta tener limitaciones en cuanto a mi trabajo. Me considero una artista. Eso me permite tener flexibilidad, cambiar lo que hace Venus O’Hara. Es importante para mí no encasillarme en un trabajo o aspecto determinado, ni permitir que lo hagan. Así tengo más libertad para expresarme. Para cambiar. Fotografía, texto, vídeo… Constantemente busco modos de renovarme. El otro día me di cuenta de que por fin he encontrado la frase que explica mi misión: «Mi misión es liberar y educar a las personas sobre la sexualidad usando el arte, el humor y mis propias experiencias».
El humor es muy importante para mí. El humor nos relaja. Nos acerca. Nos gusta reír. No quiero presentarme como una experta, no lo soy; quiero presentarme como una persona cercana. Usar el humor y la ironía como un modo de normalizar, de provocar.
Humor inteligente. Como el bufón de un rey.
Venus O´Hara
Sí. En mi caso, un modo de suavizar la provocación.
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Entiendo. Tratar el tema de la sexualidad es complejo. Todavía arrastra tópicos, prejuicios y tabúes. El humor naturaliza lo natural, ayudando a los que aún están reprimidos a vivirlo con libertad. No es sencillo, especialmente para las mujeres, que aún sentimos el peso de la educación restrictiva y los prejuicios sociales. ¿Qué obstáculos has tenido que superar para vivir tu sexualidad con libertad?
Venus O´Hara
Me gusta hablar de mis experiencias porque he aprendido mucho y quiero compartirlo. Por ejemplo, escribo mucho sobre masturbación. La masturbación es más que tener un orgasmo, es importante para tu sexualidad, sí, pero también para otras partes de tu vida emocional.
Rechazo las relaciones convencionales por hábito. Observo a esas parejas que están juntos no porque lo deseen, sino por estar, por hábito, por la sociedad. Yo rechazo estas ideas convencionales de la sociedad.
Creo que es muy importante conocerse a uno mismo para poder comunicárselo a su pareja. Enseñar a una mujer a dominar a un hombre. No hablo de BDSM, hablo de ser más exigente en la cama para así tener mejor sexo. No estar siempre pensando en servir al hombre. Muchas seguidoras me piden consejos sobre, por ejemplo, cómo moverse en la cama, parece que no están pensando en su propio placer, sino en hacer un show para el chico. Es erróneo, tenemos que ser mucho más egoístas con nuestro propio placer. Yo lo he sido y creo que ese egoísmo es muy positivo en la cama cuando llegas a compartirlo, mucho más excitante para el hombre.
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Conocerse y aceptarse, sí. Me viene a la cabeza el informe Shere Hite y las clases que imparte a las mujeres sobre masturbación, en la actualidad. Lo primero que les pide es que cojan un espejo y se miren los genitales. Es alucinante, para la mayoría es su primera vez. Nunca se han mirado la vulva, es un tabú. Al igual que masturbarse, no lo habían hecho porque se sentían culpables de darse placer.
Esta semana precisamente alguien escribió un comentario en un artículo mío: «cómo puedes masturbarte, te quedas fría». Me hizo gracia. Creo que buscamos necesidades emocionales para follar y no es bueno. Hablo de la típica persona que liga a las 4 de la mañana después de una noche de fiesta. No es la sexualidad lo que le está llamando la atención, es el ego, la necesidad de estar con alguien. Quiero rechazar estas ideas. El sexo es sexo. Si quieres satisfacer tu ego, buscar una satisfacción emocional, debes buscar otras formas que no sea esa.
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No es sencillo disfrutar del sexo sin buscar llenar, en el fondo, una necesidad emocional. O, por lo menos, justificar que tienes sexo no por placer, sino por algo más «espiritual». Sobre todo las mujeres, que seguimos luchando contra la represión. La masturbación femenina sigue siendo tabú, esa idea de que no puedes gozar por el placer de gozar tú misma; que eres egoísta si no estás dando placer a alguien a su vez. ¿Qué consejo les darías para vivir su sexualidad sin traumas ni complejos?
Venus O´Hara
Creo que con humor y complicidad con tu pareja puedes superar cualquier cosa. Mantener la conversación mientras tienes sexo. Algo que no me gusta es ese silencio verbal que se crea tras el primer beso. No sabes lo que está pensando la otra persona,no hay comunicación. La complicidad, la amistad, la comunicación con tu pareja es clave. Puede ayudar, por ejemplo, con el problema de la eyaculación precoz. Si hay complicidad no importará si un día no te corres, o te corres rápido, estarás cómodo.
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La educación tiene mucha culpa de que ocurra esto. El sexo sigue siendo tabú y nos cuesta expresar nuestros deseos, comunicarnos con el otro. A eso se añade la extrema importancia que se da al coito «perfecto», al orgasmo como fin necesario. La educación coitocentrista de la sociedad condiciona y reprime.
Venus O´Hara
Y la educación en casa. Yo he recibido una educación muy católica. Sé muy bien lo que es la represión, es lo que me enseñaron el el colegio católico al que asistía. Tenía que hacer exámenes sobre temas como el aborto, y era difícil porque no estaba de acuerdo con el punto de vista de la Iglesia sobre este y otros temas. Pero cuando tuve sexo por primera vez me lo pasé tan bien que me di cuenta de que era imposible que me fuera a reprimir; lo disfrutaba tanto, mucho más que otras personas con las que hablaba. Era imposible reprimirme. Rechazaba muchas cosas, era muy rebelde. Sigo siéndolo en muchos aspectos. Rechazo la educación católica, me alegro de haberla recibido porque me ayuda ahora, es lo que me da el enfado, la frustración, lo que me empuja a trabajar. La frustración es muy potente en mis sentimientos, no se va nunca. Pensar en cómo se ha educado a las mujeres y, peor aún, ver que ellas lo aceptan y continúan con este tipo de educación. Que no saben que tienen opciones, que no hace falta seguir lo que les han enseñado. Hay que escucharse a uno mismo, emocional y sexualmente.
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Te entiendo perfectamente. Yo también estuve en un colegio católico y esa educación permanece aún en mi subconsciente. No resulta sencillo romper con ella, es una lucha constante.
Venus O´Hara
Hay que convertirlo en algo positivo, es lo que he hecho yo con mi propia educación. Hay días que estoy frustrada y odio todo lo que representa la Iglesia, y otros me alegra porque es lo que me da fuerza.
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En El club de los poetas muertos el protagonista afirma que no hay mejor manera de crear un ateo que bombardear a una persona con religión.
Sí, en mi familia los papeles de género estaban muy marcados; por ejemplo, las mujeres cocinaban para los hombres, cosas así. En el colegio yo sacaba mejores notas que los chicos de mi familia, tenía muy buenos profesores y me di cuenta de que no iba a acabar del mismo modo que las mujeres de mi familia; yo no iba a preparar la cena para un hombre cada día porque sí; si ambos habíamos trabajado, ¿por qué hacerlo yo sólo por ser mujer?
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En el libro autobiográfico La máscara de Venus hablas de esa educación recibida y de todo el camino que recorriste posteriormente. En cierto modo, al escribirlo te quitaste la máscara para mostrarte tal y como eres. ¿No fue duro?
Venus O´Hara
No fue quitarme la máscara, fue ponérmela. Con una máscara te liberas. Una máscara para mí pueden ser muchas cosas, por ejemplo, para mí escribir en castellano es muy liberador porque no es mi idioma. Poniéndote una máscara expones quien eres y te olvidas de tu identidad.
El proceso de escribir este libro fue fantástico, una terapia, estuve cuatro meses conmigo misma escribiendo sobre mi vida. Fue una manera de volver a examinar cada fase de mi vida, ver cosas que estaban latentes en mí; como una terapia. Excitante también. Y a veces duro, en algunas partes lloraba. Pero no fue difícil. Tengo la sensación de que me he revelado demasiado pero es lo que quería hacer, compartir lo que he vivido, cuando lo cuentas lo revives. Lo mejor que tenemos en esta vida son los recuerdos.
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Enfrentarse a todo lo que guardamos, cosas que no queremos ver pero están ahí latiendo bajo la superficie. Volver al pasado para un nuevo comienzo. Liberarse.
Venus O´Hara
Sí, fue muy interesante para mí. Por ejemplo, una de las partes del libro trata sobre cuando estuve en la universidad y tuve mi primer esclavo. Era un hombre muy intelectual y muy interesante, pero no sentía atracción sexual hacia él, no quería acostarme con él, besarle; pero había algo que me gustaba mucho de su atención: me acompañaba al mercado, me hacía sexo oral, yo desnuda y él vestido… era excitante esa relación pero no acababa de soltarme, de comprenderla.
Ahora, sin embargo, entiendo esa relación diosa/esclavo. Antes no lo entendía, me preguntaba: si un hombre no se corre, ¿qué satisfacción puede tener? Ahora lo entiendo. Entiendo al hombre fetichista. Al hombre que, por ejemplo, con un masaje de pies está bien, no necesita nada más. Ese tipo de hombre me atrae mucho,ese tipo de mentalidad. En la universidad me atraía pero no sabía soltarme, no acababa de entenderlo. Creía que había que corresponder.
La teórica reciprocidad.
Venus O´Hara
Sí. Comprender que no debes hacer nada que no quieras hacer ya sea emocional como sexualmente. Por ejemplo, si alguien me ha hecho sexo oral durante media hora y ha estado muy bien, eso no implica que yo tenga que hacérselo a él si no quiero hacerlo. Hay que ser muy fiel a uno mismo. Antes sufría cuando no quería hacerlo, porque pensaba que si no lo hacía, ese hombre iba a quedarse insatisfecho, y yo no deseaba eso. Cuando ese hombre dijo que no era así, que estaba bien, que era algo que yo pensaba pero no era cierto, mi percepción cambió.
Yo lo vivo ahora de este modo. Hay gente que puede verlo como egoísmo, pero yo no lo considero así. Yo también quiero que si alguien me hace sexo oral quiera devorarme, quiera hacerlo por el placer de hacerlo, no para complacerme a mí. Hacer las cosas porque tocan… no me gusta.
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Sí, como el facesitting, por ejemplo. El que proporciona el sexo oral disfruta dando placer, no necesita que le hagan sexo oral después para sentirse satisfecho. El dar placer ya le llena sexualmente.
En tu libro Deséame como si me odiaras explicas cómo se establecen las relaciones de dominación en el sexo, cómo elegir un rol adecuado y actuar en consecuencia, y cuál es la forma de llevar a cabo estas prácticas de una manera segura y consensuada. ¿Cuál es tu modo de vivir el BDSM? ¿Sólo dominante?¿No te atrae la sumisión?
Venus O´Hara
No sólo dominante, soy lo que yo denomino «sumisa rebelde». Me gustan los juegos de rol. Es lo que más me atrae del mundo BDSM. No me van los látigos, corsés, dolor… no es lo mío para nada. Me atrae la liberación del rol. El humor que puedes incluir. Por ejemplo, me considero buena persona pero cuando juego me gusta liberarme y ser mala, una profesora estricta, una alumna provocadora… Puedes jugar con muchos roles, hacer y decir cosas que no haces ni dices normalmente, y eso es liberador.
Te has declarado polifetichista y en tu web has elaborado un glosario de fetiches. ¿Sientes debilidad por alguno?
Venus O´Hara
Lo que más me gusta a la hora de dominar a un hombre es ponerle un antifaz. Me gusta jugar con ello. Experimentar. Cambiar el orden de las cosas. Ahora estoy descubriendo el mundo del fetichismo de los pies. Me encanta. Y el fetichismo de cosquillas. Sí, me gusta el juego que late en el fetichismo. Y que no hay principio y fin, no es como el sexo convencional que empieza con el coito y termina con un orgasmo. No tiene por qué. Me gustan los hombres fetichistas, son mentes observadoras, se fijan en los detalles, no van a lo obvio de tetas y culo. Es una forma de pensar más inteligente.
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Sin embargo, el Manual Diagnóstico de Trastornos Mentales considera que el fetichismo es una parafilia. Parece que se estigmatiza todo lo que se sale de una relación convencional acorde con el coitocentrismo.
Venus O´Hara
Es un tema delicado. Hay fetichistas a los que les gustan los pies, por ejemplo, pero también otras cosas, no se reducen a un fetiche. Pero, como en todo, también hay personas que sólo se excitan con una cosa: guantes, pies, fumar… Yo hablo de las personas que disfrutan con más prácticas, no con un solo fetiche. Conozco a gente que sólo disfruta con uno, lo respeto, pero para mí es agobiante. No me gusta, yo no podría. Del fetichismo me gusta el juego, que no se reduzca todo a lo genital.
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Parece que a los científicos les gusta clasificarnos como si fuéramos insectos. Nos ponen una etiquetita y nos reducen a una categoría, como si quisieran controlarnos, condicionarnos.
Venus O´Hara
Las etiquetas pueden ayudar pero también limitar. Hay personas que descubren que lo que les gusta les gusta a otros, y es positivo. Por ejemplo, eres fetichista de globos y un día descubres que hay una comunidad dedicada a ello y piensas «vaya, no soy el único». La etiqueta les permite conectar con gente que son como ellos. Pero también la etiqueta puede ser mala. A mí la que más me ha afectado es la de la orientación sexual. Cuando empecé a escribir para los medios, estaba empezando a descubrir el sexo con mujeres y fue confuso, porque escribía sobre BDSM, sexo con hombres… pero en mi vida privada iba a discotecas de lesbianas. Me había enamorado de una chica y quería conocer más este mundo. Era confuso para mí tras haber estado siempre con hombres.
No me gustaba la etiqueta de bisexual. Pensaba: «¿cómo se lleva esa etiqueta emocionalmente? Si un día tengo un novio y quiero tocar a una mujer, qué hago? ¿Y si me ocurre al revés?¿Y si quiero sentir un pene?» No hay arneses que merezcan la pena, te lo aseguro.
En aquel entonces había muchas famosas que decían que eran bisexuales y parecía más una moda que otra cosa. Yo nunca dije que lo era, estaba confusa y la etiqueta me confundía aún más.
Ahora vivimos una época totalmente diferente. Hay muchas personas que se identifican como «fluidas», es un término que me gusta mucho más. Tras esos años en los que estuve con mujeres volví a estar con hombres, era natural, fluido. No es una cuestión de hombre o mujer, no es una cuestión de tetas o pene, es una cuestión de personas, te gusta la persona. Pero no todos lo entendían; quizá ahora más, pero no entonces. ¿Sabes la típica pregunta de estudias o trabajas? Pues en el mundo lésbico la pregunta que me hacían era: «¿eres lesbiana o bisexual?». Si decía bisexual, muchas se iban, era como si no me tomaran en serio. Con los hombres no era sencillo tampoco, a algunos les daba morbo, me veían como si fuera de provocadora, pero no era así. Para mí era importante.
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Has mencionado los arneses… Pruebas juguetes sexuales. Debe ser uno de los trabajos más placenteros del mundo.
Venus O´Hara
Es un trabajo muy serio. Soy la primera probadora de juguetes sexuales de España. Es importante educar a las personas sobre los juguetes. Hay muchas tiendas eróticas y cuando entras ahí no tienes ni idea de qué comprar. Y luego está el vender, aunque hay dependientes, no todo el mundo está dispuesto a hablar de su sexualidad con ellos. Por eso es importante educar sobre el tema. A mí los vibradores me han cambiado la vida, la verdad. Saber cuáles son los indicados para ti, las diferencias a la hora de usar los juguetes… hay para todos los gustos. Mucho trabajo, la verdad. Hago reseñas, vídeos… Tengo un armario lleno, unos 300 o así.
Es un mundo interesante que tiene su lado oscuro, el material. Yo siempre recomiendo usar preservativos porque no me fío del material del que están hechos. Me fijo mucho en las etiquetas. Con el término healthy sex las marcas se lavan las manos, pero no es cierto, muchos no son saludables ni seguros, no están diseñados para estar en una vagina. No hay regulación en el mundo de los juguetes eróticos porque tardarían más en desarrollarlos y les resultaría más caro. Hay que informarse bien sobre los materiales, la porosidad, la toxicidad. Da mucho miedo saber que muchos son tóxicos. He llegado a rechazar probar juguetes porque el material era nocivo. Moralmente no puedo recomendarlos. Tampoco productos de cosmética erótica como desodorantes vaginales. Estoy totalmente en contra, pueden hacer daño.
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Sí, algunos juguetes están fabricados con Ftalato, Bisfenol A, PVC, ABS y Plastisol, sustancias consideradas tóxicas, carcinógenas y mutágenas por la Unión Europea. Organizaciones como GreenPeace, BadVibes.org y Sexo-Verde.org advierten que algunas empresas añaden estabilizadores de metales pesados tóxicos que van directos a la sangre; y que incluso agregan Aguarrás o Aceite Automotriz para reducir costes y aumentar beneficios. Por eso recomiendan mirar bien la etiqueta, aunque a veces no es suficiente porque los fabricantes no son honestos y enmascaran los materiales.
Venus O´Hara
Así es. Aunque hay algo que no falla: si coges un juguete y huele como a coche nuevo, a plástico, suele tener un material tóxico como el PVC. Lo mismo ocurre con un juguete que sea muy flexible, es probable que contenga algún componente nocivo.
Here is the story behind ‘O Venus’ a clitoral stimulator that I designed in collaboration with Adrien Lastic.
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El mundo de los juguetes sexuales tiene otro lado oscuro: la adicción; como los sexless japoneses, que prefieren masturbarse a tener sexo con sus mujeres. No es un fenómeno exclusivamente japonés, se está extendiendo por todo el mundo; por eso se afirma que en un futuro no tan lejano los seres humanos rehuiremos las relaciones sexuales. ¿Crees que algún día dejaremos de tener sexo?¿Que llegaremos a preferir un juguete al contacto con una persona?
Venus O´Hara
Bueno, a veces es mejor estar con un juguete que con una persona con la que realmente no te apetece estar. El sexo con personas reales es insuperable, por supuesto. Pero tampoco vas a acostarte con cualquiera. Antes de conocer el mundo de los juguetes no sabía darme orgasmos, podía estar un mes sin sexo y pasarlo mal. A veces me acostaba con alguien sólo por eso, pero en realidad no era mi hombre ideal. Ahora no lo hago, sólo me acuesto con alguien que me gusta mucho. No hay que perder nunca el contacto humano, pero hay que ser selectivo.
Brenda B. Lennox
8 comentarios
Nos encanta esta mujer. Nos parece inteligente, divertida, imaginativa… Algún día, esperamos poder colaborar con ella en algún proyecto.
Un saludo.
Soy seguidor del trabajo de Venus O’Hara.
Una entrevista espléndida.
Saludos.
Cuando lees una entrevista como esta te tranquiliza saber que tus gustos sexuales se normalizan, que es sano y divertido jugar a ser otro, que así el sexo en pareja toma otra dimensión… bye, bye aburrimiento !!
Practico BDSM, y comparto la opinión de Venus sobre la practica del rol, para mí también es liberadora, es excitante, es divertido ser distinta, es tan poderosa la imaginación…
Buenísima la entrevista…
Los libros tienen unos títulos muy sugerentes, tengo curiosidad…. me haré con ellos.
Me ha fascinado Venus O’Hara.
Que mujer tan versátil….
Es curioso, lo que se comenta en la entrevista sobre lo de ser bisexual o lesbiana, no tiene porque ser blanco o negro, una vez me sentí seducida por una mujer no llegó a pasar nada pero me hubiese encantado y soy heterosexual… pero esa persona me fascinó, nunca olvidaré esa sensación, fue muy excitante.
Muy buena la entrevista, me ha gustado mucho conocer a Venus O´Hara !!
Esta entrevista me ha sorprendido y me ha tranquilizado, porque he tenido relaciones en las que yo no quería practicar sexo al hombre porque no me gustaba, pero yo sentía y me excitaba con lo que me hacían y observar como ellos también se excitaban….. es extraño de explicar, ahora lo veo más claro.
Creía que todo estaba bien, hasta que lo comenté y así empezó mi calvario de lo que es posible o imposible en el sexo.
Gracias y un saludo.