Los hombres con voz grave tienen menos espermatozoides
Numerosos estudios han revelado que las mujeres preferimos hombres con rasgos considerados socialmente como más “masculinos” como una mandíbula prominente, vello en el pecho, masa muscular y voz grave. La belleza física no tiene por qué ser sinónimo de mejor calidad del esperma y, según un estudio publicado el 21 de diciembre en el periódico PLoS ONE, tampoco el poseer una voz grave.
Leigh Simmons, un biólogo evolucionista de la universidad de Western Australia, reclutó 54 hombres heterosexuales y 30 mujeres heterosexuales de un campus universitario. Grabó la voz de los hombres y mostró los audios a las mujeres para que señalaran qué voz les parecía más masculina y sensual.
Como en estudios anteriores, las mujeres señalaron que los hombres con voz grave eran más masculinos y atractivos frente a los hombres que tenían una voz aguda. No era un resultado que asombrara a nadie, como dijo Simmons, desde la prehistoria, el hombre con voz grave ha sido considerado «más fuerte, más grande y más dominante; juicios que tenían una validez razonable dentro de las sociedades occidentales y de recolectores-cazadores». ¿sería su semen mejor que el de los otros?
Parece ser que no. Los investigadores habían recogido muestras de semen de los participantes para examinarlas con un programa informático diseñado para evaluar la densidad y eficiencia del esperma: el análisis determinó que los hombres con voz grave tienen una menor producción de esperma.
Hipótesis barajadas
Según los investigadores, la clave radica en la producción de testosterona. La testosterona (Elementos psico-fisiológicos del sexo), hormona masculina por excelencia, causa efectos fisiológicos y bioquímicos. Los efectos fisiológicos pueden clasificarse en anabólicos (crecimiento de la masa muscular, incremento de la densidad ósea, crecimiento y maduración de los huesos, desarrollo de órganos internos como corazón, pulmones, hígado, etc) y androgénicos (maduración de los órganos sexuales, desarrollo de los caracteres sexuales secundarios como la voz, etc).
Simmons indica que «aunque la testosterona es necesaria dentro de los testículos para regular la espermatogénesis, los altos niveles de testosterona circulante puede poner en peligro la producción de esperma».
La hipótesis que baraja el biólogo es que «Los niveles elevados de testosterona asociada con el atractivo y la dominación masculina podría suprimir la producción de esperma, mediando una relación negativa entre estos rasgos». Es por ello que «características tales como la voz profunda, que tiende a ser asociada con el éxito y el dominio, compensa un bajo conteo de esperma».
O puede que la explicación sea la misma a la que llegaron los científicos que realizaron el estudio del que os hablamos antes: que los hombres considerados más atractivos no necesiten un semen de la mejor calidad puesto que su atractivo propicia las relaciones sexuales y, con ellas, la distribución de su semilla. Sin embargo, los menos agraciados deben contar con un semen de buena calidad para aumentar las probabilidades de descendencia cuando consiguen inseminar a una mujer.
Leigh Simmons matiza que aunque el conteo de esperma es inferior, eso no implica que sea de mala calidad; el conteo se encuentra en un buen nivel y es fértil, la única diferencia es que tienen menos espermatozoides.
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