
Durante la Segunda Guerra Mundial los soldados de infantería japoneses utilizaron una táctica brutal: se lanzaban hacia el enemigo en un ataque suicida al grito de ¡BANZAI! que traduce «10.000 años» y que realmente simboliza «Larga Vida al Emperador».
Al principio, el bautizado como Carga Banzai por las fuerzas aliadas, fue un ataque que reportó ciertas bajas en las primeras filas enemigas ya que desconocían esta táctica militar y les tomaba por sorpresa, pero al poco tiempo los aliados simplemente la neutralizaron emplazando ametralladoras de tiro rasante en primera línea.
Por ello, esta carga ha sido considerada como una de las tácticas de ataque de infantería menos eficaces de la historia. En el fondo, en muchas ocasiones los japoneses no la utilizaron para vencer, sino como un Suicidio Honroso ante una derrota evidente.
Según Kevin Baker, el 70% de los espermatozoides son kamikazes ya que su función consiste en rastrear y localizar posibles espermatozoides de un competidor y aniquilarlos; se intenta evitar que la hembra sea fecundada por otro, asegurando la fecundación del nuevo macho. Lo que no aclara Kevin Baker es si lo hacen al grito de Banzai o no: ¡quién sabe!