
Seguro que habéis escuchado historias de parejas que se quedan enganchadas follando y tienen que ir al hospital a que los separen. Siempre había pensado que eran leyendas urbanas, ya que el pene del hombre no es como el del perro cuyo bulbus glandis se llena de sangre y se infla una vez penetrada la hembra; de este modo se queda atrapado y no se liberará hasta que la eyaculación se haya completado y asegurar así la fecundación de la hembra.
Pero aunque nuestra cópula sea distinta no quita que una pareja humana pueda quedarse enganchada: de hecho, puede ocurrir debido a la contracción involuntaria de los músculos vaginales (como el constrictor y los perineales)
Si alguno quiere aprovechar esta curiosidad para convencer a su pareja de dejarse sodomizar lamento comunicarle que también puede ocurrir con el sexo anal.
Me viene a la memoria una noticia publicada el año pasado por el diario El Intransigente que fue la comidilla durante semanas en Latinoamérica: dos camioneros aburridos de esperar sus mercancías en el puerto de Quequén decidieron echar un polvete para pasar un rato y se quedaron enganchados. Los pobres no sabían que durante el sexo anal el sodomizado puede experimentar un espasmo anal y… en camilla al hospital.
Ni por delante … ni por detrás … ni con botellas: porca miseria.
2 comentarios
Había oído al respecto pero no creía que fuera cierto, INCREIBLE !!
Vaya marrón !! no me gustaría verme en esa situación