
Se firma el polémico proyecto de ley alemán para las prostitutas
Tras meses de debates, la gran coalición alemana firmó a principios de febrero un proyecto de mínimos para mejorar la situación de las mujeres que ejercen la prostitución en su país, ante el riesgo de explotación, violencia y enfermedades.
Los borradores iniciales establecían controles médicos obligatorios, pero finalmente se ha optado por un asesoramiento médico anual y semestral para las menores de veintiún años.
El establecimiento de una edad mínima para el ejercicio de la prostitución no ha llegado a buen puerto. La Unión Cristianodemócrata (CDU) de Ángela Merkel y sus socios bávaros de la CSU apostaban por establecerla, pero el Partido Socialdemócrata (SPD), en la gran coalición de gobierno, lo rechazó con el argumento de que se condenaría a las menores a ejercer la prostitución en la ilegalidad y sin protección.
La persona que decida abrir un prostíbulo deberá contar con una autorización administrativa que requerirá la aprobación de sus antecedentes, y las mujeres que decidan ejercer la prostitución deberán registrarse.
Este último punto ha suscitado polémica entre diversas organizaciones que abogan por el derecho al anonimato.
Otros de los puntos que más polémica ha generado es la obligación del uso del preservativo. En caso de duda, la prostituta no será sancionada, pero sí el cliente y el propietario del burdel.
Algunas organizaciones alegan que será una medida negativa e infructuosa.
«Las situaciones forzadas y la represión no dan resultado, sino que empujan a las prostitutas a la ilegalidad», afirmó Manuel Izdebski, miembro de la presidencia de la Asociación Alemana de Ayuda contra el Sida (DAH). «Es una ilusión creer que se pueda controlar a la fuerza».
Lea Ackermann, fundadora de la organización de apoyo a mujeres Solwodi, lamenta que ése sea el único punto de acuerdo en la nueva ley y no el establecimiento de una edad mínima de veintiún años para proteger a las más jóvenes. Alega, además, que aunque sea necesario el uso de preservativo «¿Quién va a controlarlo?».
La Policía no, o eso se desprende de las declaraciones del presidente del sindicato de la policía alemana, Rainer Wendt, al diario Bild. «No se puede pedir a nadie que controle si un cliente usa condón o no en un prostíbulo. El uso obligatorio de condón es completamente absurdo».
Situación de la prostitución en Alemania
Absurdo es no usarlo considerando el aumento de los embarazos y las enfermedades de transmisión sexual, pero parece ser que muchos clientes se niegan a ello.
Alemania legalizó la prostitución en 2002, lo que fomentó la creación de una industria cuyo valor se estima en 22.000 millones de euros al año. La legalización buscaba proteger a las mujeres de los proxenetas y de los clientes, y que pudieran pagar para tener una pensión y contar con seguro médico.
La realidad es bien distinta tal y como denuncia Alice Schwarzer. El número de prostitutas en el país se ha duplicado a 400.000 en los últimos 20 años procedentes de países de Europa del Este, como Rumania y Bulgaria. Cada vez hay chicas más jóvenes y mujeres a las que se fuerza a prostituirse.
Alemania se ha convertido en el burdel de Europa al que llegan autobuses repletos de turistas procedentes de países en los que está prohibida. Si los clientes no usan preservativos, ¿quién protegerá a sus mujeres y a las que ejercen la prostitución?.